Querido cielo nocturno:
Procura desvestirte poquito a poco, porque si vas rápido me quemaré. Ten cuidado si tu corazón no está limpio, me ensuciaré. Pero si te descalzas a la entrada de mi casa, si besas mi cara al amanecer, abrazas mi cuerpo al atardecer, me haces el amor cuando la luna y el sol se esconden tras la montaña, entra, que te dejaré. Reconozco en ti el valor artístico de mis dedos, las teclas del piano, las huellas dactilares. Juego con fuego, para marcarte, no tatúo con tinta pero sin con sangre. ¿Quieres verme? Te estoy esperando un día más sobre mi cama caliente, desnuda, con la seda tocando mis manos, los pies sobre el suelo frío, y las mantas de un lado a otro tapando todas las motas del color. Da impresión de que es primavera. Es otoño. Corre el reloj, sus manijas están moviéndose, dan las horas y aquí estoy, mis ojos vidriosos solo pueden pensar en ti. Yo sé, que estás pensando en mi silueta, en mi barriga, en mis pechos, en mis labios, en mi pelo corto… que peculiar, gorda pero sensual, única púes, como cada ser humano. Te dejo entrar en mi casa, enfundado entre abrigos lavados, me defiendes con tu presencia y ante los demás me veo fuerte, robusta, soy una gigante. Es que eres tú, da igual la película de terror que ponga, de todas formas siempre estaré aquí, da igual los años que pasen o si tan solo son horas, yo siempre te esperaré. Inigualable la vida. Querido, muy querido amor. Aquí y ahora
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No es fácil dar la cara, aceptar de que el tiempo y las cosas no son como queremos. Me llamo Vida y esta es mi historia. Por la calle cuando ando me fijo en los pequeños charcos que han surgido por culpa de la lluvia, en las flores que brotan con los rayos del sol, en el olor del mar sobre las rocas... Recuerdo aquel día como si lo tocara, oliera , viera, saboreara y escuchara, con los cinco sentidos. Estaba sentada en una mesa de clase, el profesor algo gordo ocupaba media pantalla y yo intentaba por todos los medios copiar apuntes de clases, que por cierto, no me enteraba de nada. Nervios, ansias, alegría, miedo... por la noche iría a ver a ese chico que conociera en una aplicación de citas por el móvil, en la foto era muy guapo: moreno, de ojos verdes, fuerte, cuadrado, alto, majo, alegre, bromista y serio dependiendo de la situación, en conclusión: un chico con encanto. Así que mientras Miguel seguía su clase -así se llama mi profesor-, yo seguía chateando con el y mi amiga Lorena, decidir de que temas hablar era complicado. Al fin sonó la alarma de los relojes de los compañeros de clase, el profesor cerro el Power Point y nos saludó a todos. -Hora de darlo todo-pensé. Cogí mi mochila, marca ''Roxy'', negra con topos blancos, guardé mi cazadora, me aliñé la camisa y solté mi pelo... Estaba emocionada... pero el día no iba a salir como pensaba.
Cuanto tiempo desde una de estas perspicaces y elocuentes reflexiones que surgen un día cualquiera en un momento cualquiera.
La vida es cambio y cambio, me consta, que es vida. Últimamente me pregunto que le pasa al mundo, si se ha vuelto loco, pero la respuesta es simplemente que términos y valores como honradez y respeto se han perdido, quizás, más bien seguro, que por qué estos chicos que son nuestro próximo futuro quieren prescindir de la historia, de la música y de la filosofía, no sólo por que lo ven inútil, si no por que prefieren descargarse aplicaciones en el ''smartphone'' dónde gastar su tiempo. No lo puedo criticar, soy chica de finales del s.XX y principios del S.XXI, y como tal, también tengo mi móvil de 5'', mi táblet, mi portátil, y toda esa cantidad de cosas materiales que obtenemos ahora. Soy sincera prefiero los libros de papel. Tengo un amigo, que tiene novia. No, no es raro. Su novia junto a una amiga están escribiendo un libro del que han descrito hasta el mínimo detalle, púes todo para ellas es esencial, tiene pensado vivir en EEUU, publicar su libro en tres o cuatro partes, pero no por fama, por arte. A mi amigo, a su novia y a la amiga de la novia, los considero sumamente cultos, leen: en inglés, gallego, español. Estudian y han aprendido a amar, no solo a sí mismos, también entre ellos y a lo que les rodea, que no es poco. Al principio, como en mi relación, me resultaba extraño, yo tengo a mi pareja lejos, y aunque un día, esperemos que no, sea mi ex, seguirá siendo parte de mi vida pasada, y por tanto me hace ser lo que soy hoy. Después comprendí, que dan igual esos kms que a mi amigo, a su novia y a la amiga de su novia los separan, quizás por que ellos han sabido mantener estabilidad, han sido inconformistas y han roto la monotonía: un viaje, un libro, una asignatura: curiosidad. Dicen que el gato murió por ser curioso, pero creo que la curiosidad nos hizo mejor personas. Por ejemplo: las herramientas de función, para quién no lo sepa lo que antecede a todo lo que tenemos ahora, la primera herramienta de función, perdón por la repetición, ha sido el palo que ha hecho que nos defendiéramos de los depredadores y a sí sobrevivir como especie. Por cierto, que curioso que justo estemos destrozando el planeta que un día nos dio la vida. Hasta aquí mi reflexión de hoy. Estoy cansada de que cada día se repita la misma historia, que mis opiniones y consejos caigan en saco vació. Harta de que cada consuelo, cada aportación, mención, emoción sea ignorada. Frustrada que cada vez que digo algo, todos valgan más de lo que yo aporto. Impotente, por qué jamás me hagas caso, por los ataques psicológicos recibidos. ¿Quién te crees que eres para decirme que me calle? Valgo más que eso, y si no sabes apreciarme, tienes cada una de las puertas abiertas para irte, no dependo de ti, no te necesito para vivir y mucho menos para ser feliz. No te necesito, lo digo en serio, llegaste, pero puedes largarte, no voy a caer en tu victimismo repetitivo, ni mucho menos en tus odiosos discursos de ''todo es mi culpa'', no me hace falta escuchar eso, son simplemente palabras que sobran, huecas, ''idioma de besugos'', que intentan hacerme sentir mal, pero tú no decidirás cuándo puedo o no estar mal, opinar, gritar, saltar ¿Crees que no me he dado cuenta de como intentas taparte la cara cuando paseamos? No me voy a teñir de rubia, no voy a ser una barbie, NO, NI VOY A MANTENER MI BOCAZA CALLADA, NO ME DA LA GANA. Así que ¿qué te crees? Fuiste tú y tu sonrisa.
Tu esencia. Es cierto eso que dicen que no sabe uno lo que tiene hasta que lo pierda. Fuiste tú, y nada más que tú, la que por delante llevaste la carreta, dándole fuerza, y teníamos que seguirte con un ''terbasmin'' en la mano, e incluso así a veces estabas demasiado lejos como para alcanzarte. Tu vida, quizás no la más larga, nos dejo a todos marcados, fue intensa, nos enseñaste cosas, eras la vida y la sabiduría, y entre postre y postre siempre nos dejabas con un misterio más sobre la mesa. Yo te vi bailar, escapar de un recinto, correr, te vi envejecer, pero ellos, tu familia, a un te vieron más, te vieron años y años evolucionar, eras una más, y aunque aquí no estás siempre lo serás. A veces, es difícil decir Adiós, púes la misma palabra conlleva una preparación psicológica, un devenir, una apología, falsedades y verdades, nunca sabemos como llega y mucho menos como lo viviremos. Pero nos tenemos que despedir, yo lejos, ellos cerca. Dedicado: ''a la abuela Carmen'' ...corría, corría y corría... el bosque la engullía en la oscuridad, un bosque lúgubre, frondoso de altos arces, robles y eucaliptos... silbas que arañaban su piel, silbas que desgarraban su corto y holgado vestido blanco, las piedras arañaban sus pies descalzos, una de sus uñas había desaparecido entre el barro, a un así incapaz de parar corría, se caía, se arañaba y se volvía a levantar.
Sus lágrimas se mezclaban entre la lluvia, igualmente ella no se detenía, seguía el sendero, fuera a donde fuera, no podía parar. Su pelo ondulado y rubio caía sobre su pecho a penas tapado y que transparentaba debido a estar mojada, sus ojos verdes esmeralda se perdían en la lejanía, sabían lo que le deparaba. El miedo la acorraló haciendo que sus piernas temblaran, su mente... daba por vencida aquella trágica batalla. Justo cuando se detenía a tomar aire, su agresor, apareció entre la fronda, alto, fuerte, de ojos negros imponentes, tan negros que podría uno pensar que no tenía fondo, su puñal se reflejaba en sus pupilas, aquel puñal afilado como la arma de guerra más poderosa, su mano la empuñaba fuertemente... Ella lanzó un alarido y se calló al suelo, sintió como el dolor y el invadir de la inconsciencia la inundaba, luchó por concentrarse, se arrastró entre las piedras, se arañó y finalmente invadida por el terror se acogió entre una piedra, como conejo en su madriguera- -DÉJAME-gritó con todas sus fuerzas-Déjame, déjame, déjame... Su agresor la miró con mirada lasciva, en su pensamiento discurrían como ríos todas las violaciones y matanzas que ya antes había hecho, se relamió los labios con la lengua, quería torturarla, despacio, cuanto más despacio mejor, y dejarla morir poco a poco escuchando sus gritos... Se acercó a ella, cada vez que daba un paso más, lanzaba una carcajada, y la joven se acercaba más y más a la roca. -Déjame-lloró, sus lágrimas resbalaban poco a poco por sus mejillas- por favor, por favor, déjame. Aquello a él le obsesionaba, le excitaba, verla ahí luchando por su vida, con esperanza, que pronto perdería,le encantaba pensar en esa sangre que caía del brazo de la chica lentamente... como la lamería yo... pensó. Ya casi la tenía, un poco más y esa chica gritaría sin poder evitar lo que pasaría, eso le encantaba especialmente. Ella se movió, se arrastró entre las piedras, se acurrucó agarrándose fuertemente, sin poder imaginar que le pasaría en unos segundos, de pronto una mano la asió, no era la mano de su agresor, ¿Sería la mano de otro hombre?. Lo miró, intentaba decirle algo, pero ella no podía escucharlo, solo podía escuchar su chillido ante una daga que llegaba a ella estrepitosamente, entonces la mano la cogió fuertemente y tiró de ella. Un joven de veinte años, moreno, su pelo castaño mojado por la lluvia se ponía entre sus ojos, ojos azules como el mar, era fuerte, valiente, pensó, la cogió en brazos y salió con ella, y a pesar de las ramas, se dejo llevar y cerró los ojos. Cuando abrió los ojos de nuevo se encontraba en una cueva, alumbrada por una pequeña hoguera, se sentía dolida y entumecida, pero desde luego mucho mejor que antes. -¿Que hago aquí? -Así que has despertado. -Sí, lo he echo-se encaró dañada por su actitud -Jajajaja, no te pongas así conmigo, es mejor que te calmes. A parte de que no te combiene- le dijo mirando su cuerpo- diría más bien que te combiene obedecerme. Ella calló la boca, lo miró como valorándolo, suspiró y repitió: -¿Se puede saber que hago aquí?- -Te iban a matar, ¿no?, púes te secuestré- y soltó una risa. A Meredith, eso no le hizo ni pizca de gracia, el joven siguió hablando- es que ahora, tienes memoria selectiva, mira por donde, y no te acuerdas, ¿verdad?-jejeje, como le gustaba ver a esa chica enfadada, soltando bufidos, le gustaba, lo admitía, y mucho. Meredith, sintió que la cara le ardía de rabia, igualmente se recompuso como una señorita, y se atrevió a decir: -Bastante maleducado por lo que veo es usted, ¿puedo preguntar cual es tu nombre? -Manuel, y tú Meredith. Le gusto verla tan asustada, pasmada del miedo, a penas podía pestañear, río por lo bajo, iba a hablar, pero ella se le adelantó: -Está bien, no preguntaré nada más, a parte de cual es la causa de que decidieras ayudarme. -Una cuenta pendiente con tu padre- respondió frío y distante. Aquella respuesta la había dejado pasmada, su padre... aquel valeroso padre que algún día había estado a su lado, ahora muerto... por alguién, como le habría gustado vengarse, pero después de todo, la venganza no lo devolvería a la vida. Manuel observó y empezó a calcular, ''como mucho nos quedan 20 minutos''. Apagó el fuego, suspiró. -Vámonos -¿ A dónde? -Obedéceme, no preguntes, NO HABLES, solo haz lo que yo te diga.- En ese instante la cogió de la mano, se acerco al centro del bosque, mojó su dedo en la boca, y dejo que el viento lo rozara- -Por allí Se adentraron en el espesor de los árboles, la lluvia a penas le dejaban respirar, notaba que ella se sentía incómoda, sus pechos voluminosos se diferenciaban entre la tela mojada, sus pezones sonrojados sobresalían por el frío, tuvo la tentación de agarrarla, pero inmediatamente se centro, ''No, ahora no es el momento''. Empezaron a correr, a pesar de las ramas y los pinchos, las piedras y los arbustos, no se pararon. De pronto, lo vio... iba a soltar un grito, pero él llegó a tiempo para callarla. -Vamos, anda, no podemos entretenernos. El agresor empezó a correr más rápido, Meredith empezó a temblar, no quería verlo de nuevo... Escucho un silbido, de un momento a otro, ella se encontraba tirada en el suelo agarrando su hombro, que se teñía del rojo de la sangre, diferenció entre su turbada mirada la flecha en su hombro, ''este es el fin''. -Venga Meredith, puedes- le dijo Manuel- por favor, Meredith -Vete tú, yo no podré seguir Manuel. -Shh, no te rindas. Dislumbró en los ojos las lágrimas, no quería verla llorar, el agresor, estaba aquí- -Así que mi querida presa, mi conejita quería irse sin mi, no quiere darme placer, que chica más mala tengo aquí. La mano del hombre agarraba fuertemente el puñal, su mirada lasciva la saboreaba de arriba y abajo, '' que ganas de...'' pensó, ''no te preocupes, pronto tendrás tu premio amiguito, ahora ya tenemos a la conejita dentro de su madriguerra''. La mandíbula del agresor se descolocó, que ansias tenía de comersela, que ansias de torturarla... Manuel la cogió y la arrastró, escuchó atentamente, la cascada quedaba a dos kilómetros, podrían llegar, solo un poco de tiempo. El hombre rió por lo bajo al ver sus caras, y se acerco apretando su entrepierna contra Meredith. -Querida Meredith, tienes la misma cara que tu padre el día que lo maté, jajaja, y que tu madre, como gritaban esos idiotas- río- tu padre no cuido debidamente de ti, mira que en que señorita te has convertido, en una PERRA, jajajaja. La cara de Meredith tornó pálida, deseaba matarlo, y no había más formas de escribir ese sentimiento. -CABRÓN- gritó -Calla Meredith, ven, obedece- dijo Manuel Salieron corriendo y se escondieron detrás de un arbusto, descansaron un poco, sus respiraciones estaban alteradas y aceleradas, las lágrimas le resbalaban por sus ojos rojos, no quería volver a pasar por aquello, su vista se perdía entre el verde, y sus ojos querían cerrarse por el dolor. -Un poco más, venga A Meredith aquel rato de descanso le había servido para pensar, por una vez en su vida deseaba no morir, media cuanto tiempo le quedaba en su mente, como si supiera la hora exacta de cuando su alma dejaría su cuerpo, incluso así, siguió las ordenes de su amigo. Se levantaron cansados, deseaban quedar allí sin que nadie les molestara, pero sabía que no era así. Manuel escuchó atentamente, supo los kilómetros exactos que le faltaban para llegar a donde se proponía, olió el aire y se acercó tímidamente a Meredith: -Ánimo solo dos kilómetros más. Sin abrir la boca siguió sus pasos, el chico la miraba con admiración, muchas veces también con miedo de que en cualquier momento se desplomara y no pudiera salvarla de aquella atrocidad que estaba viviendo. La cascada sonaba cerca, ella lo notaba, sentí la humedad entrando por su piel, el aire puro impregnado como perfume en su cuerpo, su cabello encrespado parecía suavizarse con la melodía del agua cayendo sobre las piedras, era todo tan maravilloso. Suponía que habría un sendero, una cueva, tal vez, pero se equivocaba. -Ya hemos llegado Meredith. Esta miró lo que había después de la punta de su nariz, palideció como el papiro, y negó con la cabeza. -¿NO ESTARÁS PENSANDO EN QUE NOS TIREMOS CASCADA ABAJO, VERDAD? Aquella situación la aterrorizaba más incluso que ser asesinada... no podía imaginarse tirándose de ese precipicio... -Confía en mi. La cogió de la mano, en ese momento a Meredith se le pasaron miles de pregunta por la cabeza, la primera de ellas fue, ¿Será el chico de mi vida?, pero pronto se sustituyó por el miedo atroz a no salir viva de aquella situación. Sintió como se golpeaban contra el agua, no le dolió. Solo sentía terror. Manuel la agarró dulcemente, y la atrajo la abrazó, y deslizo su lengua dentro de sus labios, aprisionó su boca contra la de ella, y le tendió el aire que le quedaba. Por un momento pensó que la estaba besando, pero era más que eso, le estaba dando la vida. Observó como Manuel se hundía sin poder evitarlo a las profundidades del río. Meredith salió a la superficie, sus pensamientos pasaban rápidamente por la mente, tan rápido que cogió una bocanada de aire e intento recuperar el cuerpo inconsciente de Manuel. Emergió de nuevo, y repitió la acción, estaba vez lo agarró, por desgracia con el hombro malo. El dolor crecía y sus ojos no eran capaz de ver más que un manto de oscuridad que luchaba por ceñirse, notó como el sueño la invadía, con la poca fuerza que le quedaba subió a Manuel a la superficie y lo depositó cuidadosamente sobre la orilla. ''ERA GUAPO''. Sintió mas que amistad, o que gratitud hacia él pero por desgracia para ella ya era tarde. Arrancó la flecha del hombro, primero poco a poco, evitando gritar, y después de un tirón la quitó, no pudo evitar dejar salir un alarido, de pronto todo se tiñó de rojo, se prendió la oscuridad, y se desplomó sobre la arena como un trapo sucio. Manuel despertó horas después, su memoria intentaba recopilar toda la información de lo que había pasado, empezó desde el momento que se habían tirado de la cascada, entonces la miró, allí tendida, sintió miedo, tristeza, amor, dolor... -Meredith, MEREDITH DESPIERTA- le gritó. Su cuerpo se hallaba frío, blanco, como un cuerpo inerte. -Meredith, por favor, te lo suplico, despierta, di algo, por favor, por favor... Manuel empezó a llorar no podía evitarlo, temblaba, se contraía, solo quería verla sonreír, o verla enfadada, de esas sonrisas que decián, te odio, quería volver a decirle que se callara, escucharla protestar, ver otra vez como corría, quería, verla viva... -Ma manuel... -OH, MEREDITH... OH... -Shhh, calla- ella cerró los ojos notaba como la muerte la acechaba-gra gracias por salvarme. Él la besó... ... pero Meredith ya había dejado el mundo... Escucharte a ti mismo puede ser símbolo de libertad, o quizás no... o quizás de estar preso en tus pensamientos sin mero sentido en los cuales te escondes para no hacerte frente a la realidad.Han pasado pocos años, pero a un sigo esperando que mi mente deje la neblina y el oscuro fondo detrás para poder ver el cielo, extraño las estrellas que podía ver, que con lujuria jugaban con mis pupilas, ese sentimiento de poder abrazar al sol al amanecer desapareció cuando caí en la penumbra de la duda, de la depresión, de la desesperación. Mi mano sigue marcada con la cuchilla y la sangre corre como ríos por el suelo, ¿Será el final?¿Debería escribir una nota de suicidio? No hace falta, hace años que deje de creer en que existía el amor o el odio, quizás hago un mes, o años, o siglos, no sé ya no sé nada, los pensamientos se pierden, SON TAN VOLÁTILES, son como las palabras, promesas que no te dicen nada... si si, te prometo que estás bien. Pero no lo estoy, ¿no me ves?, no estoy bien, mis párpados se cierran solo escuchan a la muerte que se acerca de forma lenta y la vida, la vida no aporta nada, sufrimiento quizás... quién sabe... Bueno igualmente creo que la escribiré, ¿De que servirá? Mis padres se darán cuenta de que nunca necesitaron a este peso, mi pareja encontrará a alguna mejor, la música encontrará a otra musa, mis amigas y mis amigos, los pocos que tengo, se olvidarán, por que los pensamientos SON TAN VOLÁTILES, nadie llorará por mi, por que yo no importo, ¿O quizás sí? pero no no importo, no importo nada, nadie me quiere, nadie, nadie, nadie, ni si quiera me quiero yo, sino me quiero nadie me quiere, nadie, nadie, nadie... Me convenzo a mi misma, total, que más da, ya no puedo ver las estrellas, soñar esta penado con la muerte, la creatividad no es dada como importante, mi vida, mi alma mi espíritu nunca tuvo importancia, así que sonrío, está bien todo, es un buen final, sino amas la vida, es preferible la muerte. Hola:Siento mojar con mi sangre el papel, pero ya todo dará igual cuando lo leáis por que yo ya no estoy aquí, ya no, por que la vida no me quiere, LA VIDA, SOLO REPITO ESA PALABRA, LA VIDA, parece increíble ahora pongo hola cuando ya os he escrito todo lo anterior, pero que más da, toda ya da igual, por que nadie me quiere, ¿verdad? solo doy pena. Ser felices.
Saludos: Mim Al fin he acabado la carta, buff, que tranquilidad transcurre en mi cuerpo tengo ganas de dormir, ya no hay dolor que placida es esta oscuridad, sabes quizás este sea mi último pensamiento, recuerdo tu primer beso la bella y la bestia la rosa que se marchita, debajo de la lluvia, ¿recuerdas?, te quiero-. Otro día más me deleitaré sobre tus hojas, esas hojas finas de apenas 0.5 mm de grosor, afiladas como un cuchillo, y que en un rozar hacen que tu sangre emane, tus tapas viejas de carton unidas a las hojas por una fina espiral de nailo negro que se eriza timidamente entre una hoja y otra, página 72... solo me quedan 20 hojas para acabar mi historia... mmm... huele a tinta fresca... Al fin desbordo entre palabras, como si tu me escucharas y supieras decirme lo que quiero escuchar... pena, que nunca sea así, solo yo escribo para ti, y tu viejo y mohoso diario, enternecido por los pasos de los años solo podrán sentir como la tinta entra en tus fibras y te macha del color rojo de una pluma.
Entonces, y púes, querido diario, hablo contigo para contarte que he encontrado algo más por lo que vivir, creo que es absurdo no obstante no he encontrado respuesta a este sentimiento, la ciencia no puede cuantificarlo, cualificarlo, ni el diccionario describirlo, ni si quiera nosotros mismos sabemos lo que es algo tan abstracto y perceptible, solo vivimos el día a día con él. Sin embargo, cuando nací yo no sé si lo sentía, solo sé que acabe cogiendole cariño a mis padres, a mis amigos, a mi perro, pero esto es más que cariño. No sé decirte, hay tantos tipos de amor. Afecto, Odio, Cariño... pero amor... amor es tan abstracto... Creo que lo descubrí hace muchos años, pero es que de aquella era un joven que no podía decir ni como ni cuando, creo que mis neuronas se disparaban y el sexo primordiaba, sin embargo, a mis 60 años, cuando los viejos no deberían enamorarse, esa mujer me hace único... yo creo qe ella tampoco sabe lo que es amor exactamente, por que hay amor si, pero enamorarse, enamorarse es diferente, delicado, incosnciente, no lo calculas, no lo piensas, pasa cuando menos te de cuenta, no importan caminos largas siempre hay puentes cortos, o edades, por que siempre hay pensamientos, es simple pero complicado... no sé como describirlo... Los médicos me dan 6 meses de vida, más tu diario solo quedan 20 páginas, creo que falleceré cuando te acabe, espero que de alguna forma Dios escuche este pequeño parrafo, puede que esto solo lo sienta yo, a lo mejor le echan la culpa a los medicamentos, y a los sedantes, más creo que se bien lo que he descubierto... o no? Creo que no estaré ahí para descubrirlo, pero hacer que mis palabras le lleguen cuanto antes, sino moriré sin volverle a ver la sonrisa, y si tengo que pedir un deseo... ... que quieres que te diga diario, solo desearía una última sonrisa... Hoy, ahora mismo, tengo ganas de morirme. Me siento inferior, me siento un objeto, siento que me han quitado la poca libertad que tenía, si me siento como una mierd. Tengo mañana un examen, pero eso da igual, quiero un buen helado de chocolate, una estufa, que hoy hace frío, una manta y a mi gata Lea, con eso me basta y me llega. A veces me pregunto que para que coño tenemos novio. A veces me pregunto por que aparece una persona que te valora y hace que a la vez te des cuenta de que el mundo te infravalora. Me pregunto tantas cosas, y en mi cabeza pasa: vaso de cristal+mano: alguién me hará caso. Por que si, por que el suicidio es una arma de derramar no sangre, si no rabia, de decir, ''mirad lo que me habéis hecho'', tu cuerpo prefiere vivir, pero el odio es tan hondo que le da igual lo que el corazón piense. Hace 3 semanas conocí a una tía de puta madre, sin reparos en la boca, le gusta el sexo, habla de penes y tan contenta, la verdad es que me pone y le pongo. El consentimiento, no obstante, me lo dio mi pareja, como no, de poder hablar de estas cosas. Cuando veía cumplida esa fantasía sexual de tantas mujeres, de probar a otra mujer de sentirse bien, sin reproches, entonces hay algo que lo desbarata. En fin, la vida sigue, aunque a veces me gustaría mandarle un saludo un poco escabroso. Decirle, ''HOLA VIDA DE MIERDA'', ¿por qué se empeñará en hacernos daño? Qué si la hipoteca, que si el dinero, que si los hijos, que si los novios o las novias, em fin… todos son peros… ...Una cosa es cierta el ser humano está loco de atar, y muchas veces prefiere jugar con la muerte que enfrentarse a la vida. Amelia |
AutorMiriam Otero Pousada. Archivos
Octubre 2016
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